Continuamos…

Siempre que visitaba un blog personal de fertilidad y reproducción asistida, me encontraba con muchos parones en el tiempo entre posts, con blogs que nunca llegabas a saber la historia final. Y no lo entendía. Ahora que soy yo la que lo escribo, lo entiendo perfectamente. Y es que parar, desconectar, sanar, solo para poder seguir, es muy necesario en este camino.

Después de mi cita en Minifiv, recibí una llamada de mi clínica, era mi doctor, que desde donde estuviera de vacaciones me llamaba para decirme de nuevo que lo sentía mucho, que se acordaba de nosotros, y que me pensase lo de las opciones planteadas. En ese momento aproveché y le dije que rendirme no era una opción, que pensaba pasar unas vacaciones tranquilas y que volvería a la carga cuando estuviese preparada. Necesitaba desintoxicar mi mente y mi cuerpo.

Y así fue, pusimos rumbo al pueblo, porque poca cosa más se podía hacer en este Verano 2020 con el Covid acechando y con nuestras cabezas a tope de decepciones. Lo que tienen los pueblos, es que te dan paz, cambiar de escenario, dar largos paseos por el campo, disfrutar y valorar las pequeñas cosas, fueron haciendo un cambio interno en mí. Me fuí reencontrandome conmigo misma, poquito a poquito, muy lentamente, empezaban las sonrisas, se iba el insomnio y la ansiedad, los temblores y las pesadillas, y volvían las conversaciones, los intereses en otras cosas, las puestas de sol y las cosas bonitas.

Durante esos días no paré de darle vueltas hasta que tomé la decisión: intentaríamos MiniFiv antes de recurrir a la doble donación. Y antes de empezar, haríamos la prueba Emma Alice, ya que mi historial con la endometritis me hacía desconfiar ante tantos negativos. Total, era la única prueba que me quedaba por hacer.

A primeros de Septiembre me hice la prueba. La verdad es que fuí muy nerviosa, era la primera vez que me iba a hacer algo en mi clínica nueva, y además no estaba el doctor que me llevaría mi caso. No se si fue por eso, o por la forma del potro de la consulta (es tan moderno que no sabía ni como ponerme, me resultaba incómodo) o por la famosa forma de entrada de mi útero (con curva peligrosa), pero el caso es que salí dolorida y sangrando un pelín El resultado fue que estaba libre de virus y bacterias, y que tenía una leve disbiosis (falta de lactobacilus), me pautaron 1 ciclo de Muvagyn vaginal, y que volviera al mes siguiente.

Y al mes siguiente volví…

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