¿Traicionada?

Pues si, impacta leerlo pero si. Seguro que alguna vez os habéis sentido así: tracionad@s.

Os contaré porque me siento yo. Durante dodo el proceso de los TRA, desde el principio, una cosa que me obsesionaba era mantenerlo en secreto, no contárselo a nadie. Yo soy muy introvertida con mi vida privada. Por un lado está el hecho de que es un tema muy personal, y las preguntas sobre el tema nos resultarían muy incómodas. Por otro lado, está el tema de siempre, que puedes tener mucha confianza en la persona a la que se lo cuentas, pero esta a su vez, tendrá mucha confianza con otras y la cosa se puede ir propagando y deformando de la versión original.

¿Por qué no contarlo? ¿por qué tanto secretismo? no me avergüenzo, no es nada malo, no es nada raro y no es nada que no le haya tocado a alguien que conoces. No hemos sido los primeros ni seremos los últimos. Es simplemente porque no quiero que si conseguimos tener un hijo, en el futuro alguien le caliente la cabeza más de lo debido con este tema hasta que pueda entenderlo y/o su padre y yo decidamos contárselo.

Ahora me diréis que exagero mucho, que la gente no es tan mala, que la gente no está pendiente de nosotros. Bien, ¿es qué nunca habéis escuchado estas cosas?:

«¿Y los niños para cuando?»
«Se os va a pasar el arroz»
«A ver si le dais nietos que ya es hora»
«Los perros estan muy bien, pero lo que teniais es que tener hijos»

Pues si la respuesta es si, no creo que ninguna de ellas haya ido con buena intención. Hace mucho que cuando me hacen alguna pregunta de este tipo contesto que no queiro tenerlos, o que llevo una vida que no me lo permite y no tengo tiempo. Por lo que cada vez me preguntan menos. Me imagino que si alguna vez consigo mi sueño les daré que hablar el doble, pero para ese entonces, estaré tan contenta que me dará lo mismo.

Después de hablarlo largo y tendido J y yo llegamos a un pacto sobre el tema, y era el siguiente: solo se lo contaríamos a nuestros padres. Pensamos que era práctico por si en algún momento necesitábamos apoyo y/o ayuda de algún tipo. La verdad es que contárselo no fue fácil, por un lado se lo contamos a mis suegros, los cuaales creo que no entendieron ni una palabra pero nos dijeron que nos apoyarían en todo. Y por otro yo se lo conté a mi madre dejando que ella se lo contase a mi padre de una forma más light y reducida. Me hubiera gustado que la respuesta de mi madre fuera simplemente que todo iba a salir bien, que me apoyaba y que ahí le tenía para lo que fuera… como en una peli. Pero no fue así. Mi madre me dijo que «podía vivir sin hijos», «que podía adoptar», «que porque castigar tanto mi cuerpo». Después de que entendió que era una decisión en firme, simplemente evitamos hablar del tema en los meses siguientes.

Durante mi primera FIV la eché mucho en falta, ya os conté el miedo que pasé, a lo desconocido, a que me pudiera pasar algo… lloré mucho, pasé ansiedad. Y nunca estuvo. Para colmo durante la estimulación coincidió con una visita de mi hemano a España, y mientras yo pasaba uno de los momentos con más incertidumbre de mi vida sin su apoyo, ella se desvivía por cualquier tontería suya. También es cierto que nunca le pedí ayuda después de su reacción, y que precisamente por su reacción lo último que quería era preocuparla. Pero nunca estuvo, y a mí se me rompió el corazón un poquito al entrar a la punción y saber que ni estuvo conmigo antes, ni me dio la mano, ni estuvo después para saber que ya había pasado todo.

Le fuí contando los pasos que íbamos dando después de eso, y cada cosita le parecía preocupante, un maltrato innecesario a mi salud… le iba maquillando pinchazos, hormonas, parches, pruebas… me iba alejando. Esto era todo mi mundo, y ella no parecía querer formar parte de él. Cuando emprendimos nuestra segunda FIV estuvo algo más pendiente, supongo que había pasado mucho tiempo ya y se había dado cuenta de que no iba a rendirme y que aquello iba en serio. Aún así, elegí entrar a punción sin comunicarle nada, y solo comentarle los resultados finales del mismo.

Es muy difícil escribir este post para mí, y no voy de un modo ordenado ni se si tiene todo el sentido que debería tener, pero espero que si tenga el sentimiento. Hace tiempo que asumí que no iba a tener el apoyo que me hubiera gustado de su parte, pero lo que no podía asumir era la traición. Y es que casualmente me enteré hace poco que lo había contado, había contado parte de mi historia, lo supe por una conversación telefónica el día de mi legrado. A su hermana, si, a mi tía. No se ni cuanto ni hasta donde, porque la escuché casualmente, y no he sido capaz de preguntar.

Me puse muy nerviosa, me exalté hasta el extremo, grité, le dije que se fuera de mi casa. Elegir aquel día tan difícil para mí para hacer aquello… Podía no apoyarme, podía no tener ni idea de lo que estaba viviendo, podía obviar que había pasado por una anestesia ese mismo día, por un aborto, podía obviar que necesito tratamiento psicológico, que se me ha destrozado la cara con los brotes de acné hormonal, que he llorado mil y una noches, que me he peleado con J, que he dejado de hacer mis planes por todo esto. Podía obviar todo lo que quisiera para no reconocer que me encuentro en una situación muy complicada de vida, elegida, en la opinión de ella. Pero ¿complicarla ella más? después de que le he repetido mil veces y específicamente que no le contase nada a nadie. Después que he tenido con ella otros encontronazos con otros temas personales precisamente por haberlos contado cuando yo consideraba que eran de mi vida privada.

Hace más de tres semanas de esto y no nos hemos vuelto a ver. Hemos hablado muy superficialmente por whatsapp, y poco más. Me siento al descubierto, me mata no saber que saben y quien lo sabe. Es una sensación extraña, que me acompaña todo el día, me aísla, me encierra. Me cuesta pensar que no ha sido cualquiera, ha sido mi madre la que lo ha hecho. Pienso en cada momento de nuestra vida importante juntas y no lo entiendo…

Y sobre todo, siento que se me ha roto el corazón en mil pedazos. Me gustaría poder perdonar aunque solo sea por el egoísmo de no tener que recoger los trocitos cada día, y seguir adelante.

Anuncio publicitario

5 comentarios sobre “¿Traicionada?

  1. Nena…entiendo tu enfado pero de verdad que no vale la pena. La infertilidad es algo que cuanto más normalicemos, menos sufrimiento genera, de verdad. Entiendo perfectamente que seas tú quien decida a quien contárselo y a quien no, pero a veces se nos olvida que no solo lo pasamos mal nosotras, que la gente que nos quiere también sufre y también necesita desahogarse porque les duele mucho no saber como consolarnos, no acertar con las palabras de ánimo, no encontrar l forma de saltar el muro que ponemos frente al mundo. Todo pasa, el tiempo también. No lo malgastes estando enfadada…un beso enorme preciosa

    Me gusta

  2. Nena…de verdad, no vale la pena estar enfadada de esa manera. la infertilidad es un tema que cuanto más normalicemos, menos duele. Créeme. Entiendo perfectamente que quieras ser tu la q lleve las tiendas y decida quien lo sabe y quien no, pero a veces se nos olvida que las personas que nos quieren también sufren. Que ellas también necesitan desahogarse porque les duele muchísimo no saber como consolarnos y no encontrar las palabras de ánimo que necesitamos oír. Una madre es una madre, no dudes ni un segundo de su amor. En este proceso tenemos motivos de sobra para estar enfadadas con la vida, no perdamos energías en enfadarnos con la gente equivocada…un beso enorme preciosa. Ánimo

    Le gusta a 1 persona

      1. Uy perdona q estoy viendo q al final el primero si se había publicado! Lo había escrito de nuevo pensando q se había borrado! Sorry!
        Ya verás como con el tiempo consigues relativizarlo todo y darle la importancia justa. Un beso linda!

        Le gusta a 1 persona

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s