Mi compañera y mi amiga

La lucha

Durante el tiempo de la infertilidad, todas tenemos la sensación de que el tiempo pasa rápido, o lento, dependiendo en el momento en el que nos encontremos. Supongo que ocurre con todos los problemas o las situaciones difíciles, pero es que además esta se agrava por el propio tiempo, porque sabemos que cada ciclo es una oportunidad que perdemos, cada mes, cada cumpleaños, es una meta que se esfume para no volver más.

Al llegar Navidad, esa época del año que no me gusta nada, siempre sueño con pasarla embarazada, pero nunca ocurre. Y esta Navidad, no ha sido diferente. Ha sido durilla, con los 2 negativos, el asomarme al abismo de una nueva fiv, y el valorar la doble donación, o directamente dejar todo atrás y recuperar nuestras vidas. Mientras me debatía entre intentar no estar llorando todo el día y tomar alguna decsión coherente para dar pasos y no perder mucho el tiempo, llegó ella. Ella y su noticia. Tenía algo que contarme, estaba nerviosa, contenta…, estaba embarazada. Si, mi compañera, mi amiga, la que ha tenido más altibajos en su relación que la montaña rusa del parque de atracciones, la que no quería responsabilidades, la que ha criticado a los demás una y mil veces por embarcarse en una vida familiar con difícil conciliación… sentía que su reloj biológico la llamaba, y sin apenas intentarlo, ya está esperando.

No hace falta que os diga que aquello fue difícil de digerir, casi imposible. Mi cara de alegria se entremezcló con un temblor de manos y con una falta de aire, que en unos 10 minutos empezó a ser evidente y me hizo salir pitando al baño, a llorar… y a beber, pues estábamos en medio de la cena de empresa. Podría contaros que lo he superado, podría deciros que esa misma noche la vi comer queso sin importarle su procedencia y canapés con ensalada sin saber si estaba bien lavada, y que no me importó. Pero sería mentiros, a vosotros y a mí misma. No quiero extenderme más en como me he tomado este episodio, porque todas hemos pasado por ello, y no será la última vez que lo haga, me temo.

He vuelto a terapia. Los negativos, el embarazo de mi compi, mi madre, las Navidades, enfrentarme a un nuevo tratamiento… empezaron a dar vueltas en mi cabeza, y a mezclarse, a recordarme mis inseguridades, el rastro del acné hormonal en mi cara, las cicatrices que llevo en cuerpo y alma… y decidí no esperar a estar peor.

Paralelamente tomé una de las decisiones más difíciles de mi vida, y es volver a enfrentarme a otro ciclo de fiv. Aunque lo tenía bastante claro, una cosa es decirlo y otra, hacerlo. Por recomendación de mi psicólogo y por mi salud mental, decidí alejarme toda la Navidad de la infertilidad, teniendo muy claro ya las pautas y los pasos a seguir, colgué Instagram, colgué el blog, y colgué cualquier conversación sobre el tema. Y he de decir que me ha venido bien, que no soy feliz, pero puedo llevarlo, que no me siento indestructible, pero si me siento fuerte. Y que cada vez me cuesta menos aceptar.

Así que antes de todo este abandono me presenté en la consulta y hablé con mi doctor para empezar a dar pasos. Empecé con las anticonceptivas el primer día de regla, y en unos 12 días me citaría para ver si todo estaba correcto. Mientras tanto, me haría una analítica completa para tomar decisiones con resultados actualizados.

Ayer tuve la cita de revisión, y todo estaba correcto, aunque aún no estaban los resultados de las analíticas. Pero como teníamos claro que es un ciclo para transferir en diferido, tenemos aún margen para saberlos. Ayer ya no tomé la píldora y el día 5, víspera de Reyes, empiezo con la estimulación, esta vez serán 300 de Menopur. Me parece una dosis muy alta y así se lo hice saber, pero quieren ir a tope, saben que es mi último cartucho, y además vamos a pasar por dgp, así que no habrá transferencia en fresco, y por tanto esquivaremos la hiperestimulación. Me da mucho respeto, tanto, que me da ansiedad de pensarlo, pero también pienso que es una oportunidad, la última de ser madre biológica y genética. Y eso me hace luchar, me hace tirar adelante.

El día de la punción, me haran también una biopsia de endometrio, para ver como está el tema de mis infecciones después de tanto tiempo. Espero y deseo que todo esté bien, pero para llegar a ese día, a la punción, aún tenemos mucho por delante.

Mientras tanto, desde el día de la primera consulta, estoy tomando Fertybiotic plus, Coenzima q10, Arginina, y Leotron defensas (vit c, selenio y zinc). No se si estos complementos se notaran de forma significante o no, pero por tomarlos, tampoco pierdo nada. Ayer le decía a mi doctor, que con que quedaran dos embriones sanos, me conformaba, y él me respondió que uno también era un buen número. No se si es que tienen las esperanzas muy bajas en este proceso, o es que me han visto pasar tanto que no quieren que me ilusione con algo que alomejor no puedo conseguir.

Volvemos a la lucha.

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