Os pongo este post, que dejé en borradores pero que creo que merece la pena darle luz. Más tarde os iré poniendo al día…
A un día de mi resultado.
A un día ya se que es negativo. Ayer repetí el test 2 veces, una de ellas con ClearBlue porque J. se empeñó y no se quería dar por vencido, pero las palabras mágicas aparecieron en inglés en la pantalla: Not pregnant. Ayer ya no me puse la heparina y traté de pasar el día lo mejor posible, enfocada en el trabajo, y tratando de mejorar mi rendimiento profesional. Pero llegó la tarde, y al ir a coger el coche para volver a casa, ya me costó mantener a raya las lágrimas. Asumir que todo estaba perdido, que había que volver a empezar, es muy duro.
Conseguí mantenerme en el camino, pero fue entrar en casa y caer. Me hubiera conformado con estar triste, al fin y al cabo, es lo que tocaba, pero cada vez me doy más cuenta de que no se gestionar estas noticias, no se gestionar el estar triste, y acabé como siempre gritando y deseando morir. Es como si no pudiera soportar el dolor, creo que va a estar siempre ahí, y esa sensación tan horrible y tan profunda me impide tan siquiera comer o ver tv. J. trató de que me tranquilizara por todos los medios, y cuando por fin lo consiguió, o lo conseguimos, habían pasado horas, y ya era de noche.
Mi madre vino a mi casa al ver que no contestaba ni a los whatsapps ni a las llamadas, no olvidemos que ella no sabe nada de lo que hago respecto a la fertilidad porque yo lo decidí así después de mi legrado. No obsatnte ayer no me sentí con las fuerzas suficientes, y tras mucha insistencia por su parte acabé contándole que ya no me quedaban embriones, que lo había intentado dos veces con dos negativos como resultado. Para ese momento ya estaba tranquila, estaba realmente exhausta de cansancio, cuando me dan este tipo de cosas me dejan completamente muerta, como si hubiera corrido una maraton sin dormir. He de reconocer que me vino bien contárselo, no por desahogarme, mi relación con ella es muy fría desde entonces, sino porque ayer me autoinculpé mucho por no haberlo conseguido esta vez tampoco, pasaban por mi mente todas las malas decisiones que he tomado en mi vida y todas las cosas malas que me han pasado, entre ellas, el tema de mi madre.
No podía dejar de pensar que si me pasaban cosas horribles era porque soy una persona horrible. Y sentir que con mi madre podía haber una luz al final del túnel, pues me hizo sentirme minimamente mejor. Una de las cosas que me dijo mi madre cuando le dije que sentía que era una persona horrible y por eso me pasaban cosas horribles, es que yo solo era mala para mí misma. Que tenía un carácter muy difícil, que hablaba muy poco sobre mí o sobre lo que me pasaba y eso hacía que muchas veces fuera imposible comunicarse conmigo ante el temor de mi reacción. Le he dado muchas vueltas a esas palabras, porque creo que tiene razón, pero no se como cambiarlo. Me he acostumbrado a ser dura, la vida me lo ha hecho, no solo la infertilidad, otras muchas cosas me han marcado a lo largo de la vida, y me han hecho ser casi implacable. Yo no tengo tiempo para sensiblerias, ni para niñerias ni para debilidades. Detesto la gente que llora por todo, la gente débil que utiliza su debilidad para vivir fácil y cómodamente. Me he dado cuenta de que nunca digo si me siento bien o mal, casi nunca lloro, pero casi nunca río tampoco.
Esta mañana me he levantado mejor, muy cansada aún, pero asumiendo que haga lo que haga el resultado no va a cambiar. No quiero cambiar mi meta, así que cambio mi estrategia. Y sigo pensando fijamente en la opción de acumular ciclos y llevar los embriones a dgp. Si finalmente esta es mi decisión, me augura por delante un comienzo de año duro física y emocionalmente. Así que ya pienso en cerrar mañana con todo esto, despejarme de este dolor y esta frustración tan inmensa, y curarme. Volver al gimnasio, volver a lo que me gusta, volver a salir por la noche e igual hasta consigo reirme. No me imagino quedando con nadie, no tengo ganas de nada, pero con hacer todo esto con J. ya me conformo.
No pudo ser, he perdido una batalla, pero no la guerra.
No eres una persona horrible ni te pasan cosas malas por algún tipo de karma… No, tesoro. Es que nos acostumbramos a no expresar los sentimientos, en parte porque nadie quiere oír penas y desgracias. Nos metemos en nuestra concha, porque nos es más cómoda que sentirnos habitualmente minusvaloradas en nuestros sentimientos e incomprendidas. Te mando un abrazo muy grande y, como te decía antes, espero que pronto puedas recuperar la sonrisa y ser feliz, y ojalá sea con un bebé en brazos, porque te lo mereces ❤️❤️😘😘
Me gustaLe gusta a 1 persona
Efectivamente, nos acostumbramos a no hablar, al sufrimiento emocional diario, a los tratamientos en silencio, a las noches sin dormir….Espero que el futuro nos devuelva nuestra vida. Tú también te lo mereces 😍😘
Me gustaLe gusta a 1 persona