
¿Sabes? Siempre me gustaste.
Cuando era pequeña recuerdo que al llegar Junio, toda la gente de mi alrededor se ponía contenta, y no era porque ocurriera nada especial. Era simplemente por esos días de calor, las tardes en el parque, la inminente finalizacion del curso escolar, los pantalones cortos y ¡los helados!… Sin embargo, yo te prefería, siempre he preferido las actividades de Invierno, tu melancolía, tus primeros fríos. Tus tardes de lectura, echarte la manta en el sillón… y hacer los deberes, ¿por qué no decirlo? Siempre fui muy estudiosa y responsable.
Con el paso de los años me di cuenta de que te convertirte en mi mes favorito, y decidí que si alguna vez me casaba, te elegiría. Quizá haya novias que prefieran sus recuerdos en días despejados, rodeadas de miles de colores y flores, pero yo preferí la lluvia, el ocre, y la caída de las hojas.
Octubre, demasiado caliente para ser Invierno, demasiado frío para ser Verano.
Eres un mes lleno de recuerdos. Hace un año justo te empecé embarazada. Y te terminé en el hospital con mi primera pérdida.
Ojalá pudiera volver a tus tardes de merienda y tv, ojalá pudiera sentirte con la inociencia de los que aún tienen la vida por delante.
Octubre, siempre marcado en mi calendario.
Dame suerte.