Cómo algun@s ya sabéis, tengo una cuenta de Instagram donde voy posteando mis cosas, mis anécdotas y en resumen, todas las cosas que me pasan en este viaje.
Me gusta seguir a parejas, hombres y mujeres, que por alguna razón no consiguen cumplir su sueño de ser papás y mamás, me tomo tiempo para leer sus historias, vuestras historias, y para contestarlas y tratar de aconsejaros como mejor se, o daros ánimos en estos momentos tan duros que nos toca vivir.
Se que juntos somos familia, de la que no tiene sangre, de la que se elige, de esas rarezas que juntan las redes sociales, y que nos hacen ser piña ante nuestra situación, ante nuestros miedos y logros.
El otro día encontré a una chica que comentaba que no podía parar, que enlazaba un tratamiento con otro, y que antes de fallar ya estaba tomando decisiones y planeando cual sería el siguiente paso. Os digo por experiencia propia que no es lo mejor, yo he estado haciendo eso durante mucho tiempo, años ya, y por tomar decisiones rápidas o querer hacerlo más deprisa no se consigue nada.
Durante mucho tiempo mi pensamiento máximo era ir contra reloj, no desistir en la lucha y ganarle minutos al tiempo, horas, días…me sentía culpable si los días pasaban y no avanzaba. Ahora se que eso me ha perjudicado, y el final ha sido el mismo: sigo sin ser madre. Y mi cuerpo, mi mente, mi salud, me pasa factura.
Ahora mismo me encuentro en pausa para coger fuerza y seguir hacia delante, y en esta pausa me doy cuenta de que me da tiempo a escucharme, a quererme… después de 2 años muy intensos con los TRA, me noto cansada, le digo a J que me he hecho mayor, me miro en el espejo muy rápido, lo justo, no me gusta verme, me veo arrugas, ¿y canas?.
Si de verdad alguien me lee y después de muchos fallos, de muchos intentos, sigue creyendo que lo mejor es esperar a la regla y volver a empezar, le aconsejo, que pare, que haga un punto y seguido, que se mire al espejo, que se ponga guapa, que llame a sus amig@s, esos con los que ya casi no habla, que se de un capricho, con ese dinero que ya solo guarda para medicación, que ponga la música a tope, que escuche y pare de hablar, que retome sus aficiones, que invente otras nuevas!… que salga a la calle y que se recupere, y que se perdone a sí misma por no poder cumplir, por ahora, el sueño que ella misma se impuso.
Qué las arrugas también salen de reír, que las canas también salen de trasnochar…
Y que cumplir un sueño es muy importante, pero vivir, lo es aún más.